Las veladas acusaciones del denunciante del caso Plaza, Francho Chabier Mayayo, sobre posibles tejemanejes entre empresas concesionarias de las obras del tranvía provocó ayer una tormenta en el Ayuntamiento de Zaragoza. El vicealcalde, Fernando Gimeno, abogó por querellarse contra el empleado de Acciona, mientras que la oposición exigió papeles y un examen a fondo de la obra. Ante las suspicacias que provoca cualquier denuncia sobre posible corrupción, conviene una reacción enérgica del propio entramado institucional, y no solo la mera declaración política de los portavoces de los partidos. Serviría con dotar de más medios a la Cámara de Cuentas, como reclama su presidente, Antonio Laguarta, para conseguir que cualquier atisbo de duda que pudiera darse en este o en otro proyecto quedara despejado.