Las Fiestas del Pilar están a la vuelta de la esquina y los plazos para las adjudicaciones corren. Y entre el lío de concursos, ofertas y adjudicaciones, las peñas de Zaragoza pueden volver a quedarse sin pabellón propio. El ayuntamiento debe decidir si autoriza las carpas de Puerto Venecia y la de los Pinares de Venecia. Esa sería la única salvación de los peñistas.