El anuncio de que Correos instalará en Zaragoza, en el polígono Plaza, un megacentro logístico de reparto de paquetería ha alegrado la campaña electoral y la economía aragonesa. La apuesta de Correos por Zaragoza (otras ciudades optaban a su sede) se ha impuesto por su situación geoestratégica, proximidad y buenas comunicaciones con los grandes centros de flujo postal, como Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao... sin olvidar a la lejana China, mucho más próxima desde que el aeropuerto de Zaragoza bate récords como base de carga.

Javier Lambán, presidente de Aragón y candidato del PSOE, había anunciado días antes su intención de reclamar al Estado agencias o delegaciones susceptibles de incorporarse a la economía aragonesa. con sus sedes y plantillas, sin por eso perder un ápice de su capacidad logística nacional. Es una buena idea, uno de los pocos proyectos originales que destaca en la campaña autonómica, hasta el momento lastrada por la falta de imaginación de la mayoría de los candidatos, en cuyos rutinarios programas se echan en falta nuevas apuestas e inversiones.

Lambán, como el cartero de Correos, llama dos veces, ahora por segunda vez, a las puertas del Pignatelli. Si el próximo 26 de mayo se le vuelven a abrir será porque dentro hay al menos un aragonés más de los que le abrieron las urnas en 2015. Un presidente que crece en votos es más difícil de descabalgar que otro que pierde apoyos. Lambán tiene a mano la reelección porque los demás carteros solo han llamado una vez y siguen esperando en la puerta. Enfrente no tiene un paquete sorpresa, sino los telegramas/argumentarios de la oposición y el segundo apellido en blanco del destinatario del envío. Ocurre a veces, sin embargo, que el cartero lleva prisa y debe conformarse con el primer apellido del receptor. Si pueden, los socialistas seguirán gobernando en solitario en Aragón.

James M. Cain tituló su novela El cartero siempre llama dos veces porque sus personajes estaban marcados por un destino ineluctable. El hecho de que no recogieran la carta a la primera llamada no iba a librarles de recibir el mensaje. Por si acaso, la carta de Lambán viene certificada por su gestión... y por Correos.