Al goteo de detenciones y cierre de farmacias en algunas localidades de las provincias de Teruel y Zaragoza se sumó ayer una nueva actuación de la Guardia Civil en cuatro establecimientos de la capital zaragozana con el resultado de cuatro detenidos y tres cierres. Pese al secreto del sumario, la constante actividad policial y la dispersión de las boticas afectadas permite aventurar que la presunta actividad delictiva forma parte de un amplio entramado que se está desentrañando poco a poco. Será necesario conocer los detalles de las imputaciones, pero su volumen impresiona.