Los culés del Bar§a están pletóricos. Su equipo de fútbol está que se sale. El pasado domingo no fue una excepción, y frente a los jugadores del Málaga dio muestras de estar en el camino de la excelencia balompédica; así como de contar en sus filas con un futbolista excepcional, de seda: Ronaldinho. En este partido del Nou Camp, los seguidores del club catalán, tantos y tantos, en el momento de mayor exaltación y éxtasis propiciado por el buen hacer de los jugadores blaugranas, prorrumpieron en acompasados olés. He dicho olés.

Hace no muchas fechas, algunos munícipes barceloneses (de corte nacionalista) propusieron en la sesión correspondiente que la ciudad Condal sea declarada antitaurina. ¿En qué quedamos pues, en los olés conmemorativos de las excelsas jugadas del Nou Camp o en el antitaurinismo de algunos? ¿Acaso tendrá razón Albert Boadella --refiriéndose a los susodichos munícipes-- de que simplemente se trata de un rechazo a una manifestación artística relacionada con España? ¿A su vez, intentarán estos políticos prohibir los olés en el Nou Camp? Prohibido prohibir. El toro también es patrimonio Mediterráneo.

*Doctor en Medicina y radiólogo