El nuevo accidente mortal registrado ayer en uno de los muchos puntos negros que tiene la N-II a su paso por Aragón, requiere de una actuación urgente ya. En el último año han perecido siete personas entre Alfajarín y Fraga y el Ministerio de Fomento no puede dilatar más la respuesta para frenar esta sangría de vidas. La situación de interinidad actual no puede impedir negociar con la concesionaria de la AP-2 para abrir un tramo. Por ejemplo.