EMientras cualquier ciudadano conoce a Obama, algunos se preguntarán quién es ella. Ella es Her, la película que se acaba de estrenar en España, y que está conmocionando a los espectadores de todo el mundo, y que está íntimamente relacionada con Obama. ¿Cómo?

La personalidad del presidente Obama es muy compleja y sofisticada. En estos momentos, además de gobernar su propio país, está involucrándose cada vez más con distintos procesos internacionales de paz que van desde el mundo eslavo al mundo musulmán. Está claro que le gustaría conseguir la paz entre Palestina e Israel, así como la paz definitiva en Siria o Ucrania. No cesa de hablar con sus dirigentes y de proponer una mediación razonada e inteligente, pero mientras tanto está haciendo algunas apuestas de futuro. ¿Cuáles?

Recientemente ha apoyado un proyecto de inteligencia artificial que si bien comenzó por los años 80, ahora ha reaparecido con más fuerza porque los procesos de investigación tecnológica han avanzado considerablemente. De ahí que hoy ya se vislumbra como posible la creación de ordenadores con inteligencia emocional, simulando al cerebro humano y lo que es aún más sorprendente: "relaciones humanas". Dicho de otra forma, de la torre de marfil académica en la que se hallaban estas investigaciones en el Massachusets Institute of Technology (MIT), Obama ha hecho el puente entre lo académico y lo tecnológico empresarial. Compañías como Google, IBM, Qualcomm o Intel, ya estan experimentando con estos sistemas que suponen un gran avance en el mundo de la investigación. Hasta ahora, los investigadores trataban de crear equipos que fueran amigables para el usuario, en este momento, lo que se intenta es que los procesadores sean como el cerebro humano.

De hecho, algunas empresas publicitan su producto con eslóganes como Intel Inside, donde no por casualidad se asocian los nombres de la firma tecnológica Intel, con la palabra Inteligencia, y sucede algo similar con Inside, (interno), resultando al final: cerebro humano artificial.

La universidad de Stanford ya está experimentando con 750 estudiantes en un MOOC, donde se hace un aprendizaje mecánico, es decir, son los computadores los que enseñan como lo haría un humano.

Por todo lo cual, ya no puede extrañar que en este proceso del avance de la inteligencia artificial, se estrene la película Her, que anticipa de forma cinematográfica las relaciones interpersonales que ya se nos han presentado en el cine americano, de la mano de: Spike Jonze, quien además de haber sido parte de una de las familias más cinematográficas de EEUU (los Coppola), ya ha recibido el Globo de Oro, 2014 al mejor guión. El premio está más que merecido, y el guión es posiblemente el mejor en mucho años. Pero lo más inquietante es que lo que en la película se cuenta, es no-ficción. Lo narrado puede ser realidad.

Si Obama ha apostado por esta inteligencia artificial, es posible que piense que las técnologías que en Her se muestran podrían ayudarle a merecer el Nobel de la Paz que recibiera en 2009, recién inaugurada su legislatura, cuando ni siquiera había tenido tiempo de poder mostrar su capacidad mediadora en los procesos internacionales de paz.

La película muestra, de una forma fácil de entender, las posibilidades que la inteligencia artificial puede lograr: desde la ingeniería a las neurociencias, temas que van más allá de las relaciones íntimas o privadas, que llegan incluso a las relaciones internacionales, donde todos los países del planeta tienen mucho que decir. Es muy deseable que si Obama no lo logra solo, quizá sean estos procesadores neuromórficos los que le ayuden a lograr la paz, y pueda así haberse ganado su Nobel.

Profesora de la UZ y periodista