La encuesta de AC Consultores y My Word para EL PERIÓDICO DE ARAGÓN muestra que la ciudad de Zaragoza no es ajena al desconcierto de muchos votantes en un momento de tensión preelectoral por la cercanía de los comicios europeos. Preguntados por sus preferencias electorales ante unas hipotéticas municipales, las elecciones más cercanas, casi la mitad de los zaragozanos se siente huérfano y preferiría abstenerse, votar en blanco o nulo o se decantaría por formaciones políticas nuevas o sin representación institucional.

De este modo, los dos partidos mayoritarios están casi empatados en Zaragoza, con un pequeño porcentaje de voto a su favor que concedería al PP un concejal más (11) que al PSOE, que se mantendría su actual representación de 10 ediles. El estudio también revela que Izquierda Unida sigue en línea ascendente, y obtendría cinco representantes, frente a los tres actuales, con UPD emergiendo con fuerza y colocándose como cuarta fuerza política en el ayuntamiento con tres concejales. Chunta, en un momento de importante fragmentación del voto, mantendría dos de los tres ediles que logró en el 2011.

POLÍTICA DE PACTOS. Con esta proyección electoral, los ciudadanos ven los pactos como una necesidad, más que como un objetivo en sí mismo, destacando el hecho de que un 18% de los preguntados consideren que la alternativa de gobierno más plausible para la ciudad es un pacto entre PSOE, IU y CHA, que de facto ya gobierna la ciudad desde las últimas elecciones. Es una opción preferida incluso por encima de quienes abogarían por un ejecutivo en solitario en manos de una de las formaciones mayoritarias, en un momento en el que los ciudadanos juzgan con severidad a los líderes políticos y no conceden un aprobado ni al alcalde ni a ninguno de los portavoces en el consistorio.

Los partidos, más allá de las tendencias de voto que marcan la bajada del PP y el estancamiento del PSOE frente al auge de IU y UPD, habrían de extraer conclusiones de largo alcance. La ciudadanía zaragozana no solo quiere mejoras en los servicios públicos, como manifiesta cuando es interrogada por la situación de la ciudad respecto de hace un año. Está pidiendo algo más, un cambio profundo, para recobrar la ilusión en las instituciones, aun a sabiendas de que muchas de las decisiones políticas que les afectan trascienden de la capacidad de su ayuntamiento.