Patético. Este es el único calificativo que se puede poner a la supuesta manifestación de apoyo al trasvase que los gobiernos de las comunidades valenciana y murciana, convocaron el sábado en Madrid con participación de una parte de las asociaciones agrarias (están divididas) y de un grupo de empresarios de dichas regiones. Patético porque sólo consiguieron congregar a unas 2.000 personas, según reconocieron ayer, y aún así se declaran con legitimidad para defender el trasvase del Ebro. Es ridículo que durante años minimizaran las multitudinarias manifestaciones que Aragón y Cataluña celebraron en Madrid contra el PHN, intentando restar legitimidad a los cientos de miles de personas que se oponían al trasvase, y ahora defiendan sus derechos con sólo 2.000. Los presidentes Francisco Camps, valenciano, y Ramón Luis Valcárcel, murciano, deberían de recapacitar y negociar una solución viable y razonable para todos.