La proliferación en Zaragoza de vehículos de movilidad personal, dígase motos, patinetes y bicicletas eléctricas de uso compartido, está generando cierto caos en las aceras de la ciudad y no solo estético. De un lado, por la poca responsabilidad de los usuarios a la hora de aparcar el vehículo, y de otro, por que las empresas que explotan estos negocios no están obligadas a instalar aparcamientos. De momento, la Policía Local se ha puesto dura con los patinetes, pero parece que el ayuntamiento quiere ampliar la ordenanza al resto de vehículos. De paso, podrían estudiar la adecuación de zonas para aparcamiento en lugares estratégicos e incluir en los pliegos estas obligaciones a las empresas.