La necesidad del PSOE de contar con apoyos para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado ha sido beneficiosa para Aragón. Tras un primer borrador que no recogía todas las aspiraciones de Aragón, la presión de los partidos con representación en el Congreso, amén de la de la propia de DGA, han permitido enjugar las carencias iniciales. Al acuerdo con CHA para incorporar a las cuentas obras como la del Cuarto Cinturón e intervenciones en carreteras de Huesca, se ha sumado el papel jugado por IU Aragón, con cuya presión se han conseguido partidas para las riberas del Ebro. Lo óptimo, desde luego, hubieran sido unos presupuestos dignos a la primera, desde luego, pero la negociación obligada por la aritmética parlamentaria se ha convertido en un apoyo para los intereses de la comunidad. La riqueza y variedad de su representación política es a la larga un buen apoyo para que los proyectos sean reconocidos y salgan adelante.