Madina, Sánchez, Madina, Sánchez, Sánchez, Sánchez, Tapias... El PSOE deshoja su margarita de cara a las primarias. El recuento de los avales de cada candidato no solo ha definido la posición de cada uno en la carrera a liderar el PSOE, sino también sus zonas más proclives. Sorprende así la facilidad con que el madrileño Pedro Sánchez, apodado el guapo, ha echado raíces en Andalucía, después de que su presidenta, Susana Díaz, descartara presentarse. Todo lo contrario de lo que le ha sucedido a su compañero Eduardo Madina, que no ha obtenido allí ni una quinta parte de los avales de su compañero, una cifra todavía más diezmada en varias provincias como Almería, Sevilla o Cádiz, donde incluso le ha superado el tercero en discordia. En Aragón, cuyo secretario general apostó por Susana Díaz antes de tiempo, ha sucedido más de la mismo, sobre todo en la provincia de Zaragoza, donde Sánchez multiplica por cuatro los resultados de Madina, aunque en Teruel van a la par. Y eso que según la versión oficial no hay directrices. Madina, en cambio, destaca en los feudos que van más por libre, como Extremadura y Cataluña. José Antonio Pérez Tapias, el profesor, reparte más sus votos, y pese a su origen andaluz solo consigue imponerse a sus compañeros en una provincia castellana, Soria, eso sí, con solo 15 votos. Y mientras el PSOE se enzarza en juegos florales el PP aprovecha para hacer sus chapuzas, enmendando una ley que no viene al caso para aforar a los miembros de la Casa Real e introduciendo el debate sobre la elección directa de los alcaldes a menos de un año de las próximas municipales y a poco más de las generales después de una legislatura de silencio al respecto. Periodista y profesor