La letra de la normativa sobre menores es tan contundente que ofrece pocas dudas, pero en la práctica se manifiesta absolutamente vulnerable, como lo prueban los partes de sucesos de los fines de semana. En el último un menor resultó herido en el transcurso de la pelea multitudinaria que tuvo lugar en un pub de la calle General Sueiro, protagonizada por dos pandillas de chavales menores de edad. Si el escenario era un pub y la hora del suceso las 4.30 de la madrugada queda claro que alguien no hace bien los deberes. El Grupo de Menores de la Policía investiga la parte que le corresponde, ahora la DGA debe investigar la suya.