La aparición de casos de corrupción política fue el detonante de una más que testimonial desafección de la ciudadanía hacia los partidos políticos, esencialmente a los que han participado en la alternacia del poder. Ha sido esta situación y la previsible deriva electoral que propicia la que ha hecho que PSOE y PP tomen cartas en el asunto y emitan propuestas de regeneración democrática. El PSOE, en agosto y el PP, el pasado fin de semana.

La ciudadanía demanda un posicionamiento de las fuerzas políticas mayoritarias para garantizar comportamientos que no siempre han sido respondidos con la contundencia que se esperaba. Otra cosa es que la relación de medidas propuestas sea la adecuada y resulte eficaz. Una veintena coinciden entre las del PSOE y el PP. ¿Entonces por qué no alcanzan un acuerdo?