No las tenían todas consigo este año los organizadores de la Semana Santa. Por lo temprana en las fechas y por la inestabilidad del tiempo. Pero, la primavera invernal y la lluvia han dado una tregua y han permitido que los ciudadanos se echaran a la calle a participar de la religión o la tradición. Alrededor de 5.000 empleos crea en Aragón y en Zaragoza deja en torno a 20 millones de euros, entre hostelería y ocupación hotelera. Esto, junto a la abundante nieve caída en las estaciones, ha hecho de esta Semana Santa tempranera una de las más rentables turística y económicamente.