El centro de protección animal de Zaragoza está saturado. La llegada del verano, pese a las campañas habituales para evitar los abandonos de mascotas, estos aumentan de forma exponencial por la irresponsabilidad de quienes todavía ven a los animales como juguetes desechables. Aunque la solidaridad minimiza el desequilibrio entre la capacidad de acogida y los animales que lo necesitan, en verano disminuyen las adopciones y el centro se encuentra desbordado y el nuevo que se construye en Empresarium no estará hasta 2019.