Cuentan los propios concejales socialistas de Zaragoza, que el pasado miércoles estuvieron en el Monasterio de Rueda no sólo para abordar los planes de gobierno municipal de los próximos meses, sino también para hacer una terapia de grupo. Con el alcalde Belloch a la cabeza, lo que se quiso es lavar la ropa en casa, decirse unos y otros las desaveniencias que hay entre ellos y, a partir de ahí, trabajar en buena armonía, al menos públicamente. Dicen que a todos les pareció bien, aunque habrá que ver si la sesión ha sido realmente efectiva.