Como cada final de curso, Cáritas diocesana de Zaragoza ofrece un balance de su contribución a la sociedad como entidad socio-caritativa. 1.040 personas voluntarias han hecho posible que se pudieran llevar a cabo todos sus programas, sus acogidas, sus intervenciones especializadas. Más de 6.600 personas socias, 126 empresas y entidades socias y 74 entidades colaboradoras han aportado recursos económicos para el desarrollo de las actividades. 116 personas contratadas han formado equipos preparados, consistentes y comprometidos con su trabajo.

La labor sensibilizadora se ha realizado a través de 43 acciones formativas, incluyendo la intervención con casi 3.000 niños, adolescentes y jóvenes a través del programa Educar la mirada.

Por medio de la tienda La Artesa se promueve un comercio justo y consumo responsable. Por el establecimiento han pasado productos de Perú, Bolivia, Blangadesh, Palestina, Mauritania, así como algunos elaborados por integrantes de proyectos de la propia Cáritas Diocesana.

Se ha mantenido y mejorado la presencia pública, la incidencia y la denuncia social participando en procesos legislativos a través de propuestas y enmiendas. A lo largo del año se han producido diversas apariciones en medios informativos en forma de comunicados, artículos y ruedas de prensa. Las redes sociales y la página web corporativa han sido altavoces de la vida y actividades de Cáritas.

Pero sin duda la labor caritativa esencial se ha realizado a través de 104 puntos de acogida para las familias y 9 centros especializados que han acompañado a más de 3.700 familias con casi 8.800 personas. Más de 9.800 ayudas directas a familias, que han supuesto más de 1.200.000 euros. La preservación de la dignidad e integridad de las personas con ayudas directas para alimentos, vestido y documentación, apoyos para vivienda, obtención de atención sanitaria; ayudas económicas para hacer realidad la educación para todos y contribuir al empleo decente.

Cáritas Diocesana de Zaragoza desarrolla proyectos de cooperación internacional en Palestina y Bolivia ayudando a avanzar en la seguridad alimentaria, en mejorar los medios de vida, en la práctica de la agroecología y en la conservación de los recursos hídricos. También se ha acudido a paliar necesidades surgidas de emergencias como la de Guatemala (erupción del volcán del fuego) e Indonesia (terremotos y tsunami).

La Fundación por la Inclusión Social se ha consolidado: 230 personas mejoraron sus competencias profesionales, y 108 encontraron trabajo. 904 personas fueron inscritas en la Agencia de Colocación.

La tienda Latido Verde ha continuado su labor de venta de productos de segunda mano. Los contenedores de recogida de ropa han almacenado más de 1.200 toneladas de ropa evitando de esta manera la emisión a la atmósfera de 17.014,4 toneladas de CO².

Sirvan estos datos a modo de resumen como testimonio de compromiso colectivo de Cáritas Zaragoza en la búsqueda de un mundo más justo y solidario.

*Director de Cáritas Diocesana de Zaragoza