El año que le queda de legislatura a Javier Lambán al frente del Gobierno de Aragón va a ser complicado. Mientras ayer presentaba Ciudadanos un interesante pacto alcanzado con el PSOE para reformar el impuesto de Sucesiones, su socio en la DGA, la CHA, volvía a expresar su rechazo (el consejero Soro ya no aplaudió el discurso del presidente el Día de Aragón) y el partido aliado, Podemos, anunciaba que se retiraba de la ponencia de la ley de renta básica. Dos contrariedades aparentes en la acción de gobierno que son todo un síntoma de los tiempos difíciles que se avecinan.