Pues sí, así es: el barrio zaragozano de Torrero no existe para los responsables municipales, incluidos los técnicos que diseñan la planificación estratégica de Za-ragoza, incluidas también las asociaciones de vecinos que van a lo suyo y deciden cuatro.

Este barrio histórico de la ciudad, pequeño de extensión y con 38.598 habitantes, censados en 2015, está olvidado de la mano de Dios y de los hombres. Me atrevería a decir que es el único distrito que carece del servicio de Bizi, no tiene Buho bus, no tiene tranvía, no se ven lugares de estacionamiento y uso de movilidad compartida (bicicletas eléctricas y patinetes), carece de asfaltado decente, no tiene híbridos y echa en falta un supermercado en sus calles donde además se pueda aparcar y cargar la compra. Y sufre los más viejos y destartalados autobuses para «bajar al centro» o trasladarse al oeste de la ciudad (33 y 42). Una vergüenza.

ZeC ya ha descartado ampliar el servicio de bicicleta pública, el Bizi, a los barrios que lo reclaman desde hace años. Ahora lo que prima son las empresas privadas de movilidad compartida, ya que no necesitan estaciones ni servicio alguno. Y Torrero sigue siendo invisible también para este negocio. Incomprensible tanta desidia en un barrio que está integrado en la ciudad y actualmente considerado como una de las mejores zonas residenciales de Zaragoza. Los pinares de Venecia son un pulmón verde del casco urbano y además el Canal Imperial lo rodea y abraza en su totalidad. Sin embargo, sigue olvidado. Lleva años clamando por la mejora de sus comunicaciones sin resultado alguno. La vía más importante (y única) de salida del barrio hacia el centro, la avenida América, es un cuello de botella que soporta un tráfico intenso de buses y coches, con un asfaltado repleto de parches, agujeros, desniveles y deterioro constante. Ir en coche o en bus por esta avenida se convierte en una tortura para las vértebras de los sufridos conductores y usuarios; y también para la paciencia en salvarla porque se colapsa continuamente. Es la calle donde además se concentra el pequeño comercio de proximidad. Pero ahí sigue como un queso de agujeros y pegotes de alquitrán que duran días. Ya no hablamos de cota cero, hablamos de simple operación asfalto bien hecha para durar

El tranvía seguirá siendo un deseo. Porque la tercera línea planteada para unir Santa Isabel rozará este barrio olvidado; y punto. Torrero--La Paz sí que se ha actualizado gracias a los cinturones de circunvalación que lo acercan al centro de la ciudad y la construcción de Puerto Venecia, con líneas de bus decentes y nuevas. Todo sea por el consumo. Mientras Torrero Venecia continuará con sus carencias antiguas y su tranquilidad verde; como cuando se creó este barrio de acogida de inmigrantes del campo durante el desarrollismo franquista. Y seguiremos esperando que se levante ya un supermercado en condiciones con aparcamientos en los terrenos del viejo colegio Lestonnac, que llevan 15 años sin urbanizar y abandonados.

*Periodista y escritora