El vuelo que trasladará a la delegación aragonesa hasta París para participar en la asamblea del BIE en la que se decidirá la ciudad que organice la Expo del 2008 no tiene previsto llevar cajas de cava a bordo ni en el viaje de ida ni en el del vuelta. No se han explicado las razones, pero quizá tengan mucho que ver con la superstición de que una celebración anticipada no suele traer buena suerte. En cualquier caso, siempre hay tiempo, si todo sale como se espera, de adquirir alguna buena botella de champán francés en las tiendas del aeropuerto.