Es la primera vez en la historia del Real Zaragoza que a estas alturas del verano no se ha presentado la campaña de abonados, como es el caso. Posiblemente sea la única decisión coherente que está manteniendo el club, tal como andan las cosas con la propiedad y los riesgos que se vislumbran en la fatídica fecha del 25 de julio. Desde luego no están los tiempos para llamar a la afición a que pase por taquilla cuando el futuro apenas es humo.