Hace más de cinco siglos, los Reyes Católicos acuñaron el término de plaza mayor, para referirse al espacio abierto de una población en el que se celebraba el mercado y debía instalarse también el ayuntamiento. Aunque son muchos los pueblos y ciudades que siguen contando hoy en día con su plaza, el número de mercados que se siguen celebrando es bastante inferior, pues poco a poco aquellos espacios al aire libre se convirtieron en pequeñas tiendas de barrio y después en grandes establecimientos y centros comerciales en los que podía comprarse de todo sin necesidad de visitar decenas de locales, evitando desplazamientos al comprador.

Al mismo ritmo que evolucionó el comercio también lo hizo el consumidor, y de hecho, solo en la última década -según datos de Kantar Worldpanel-, las familias van 35 veces menos a comprar y gastan de media 110 euros menos al año. Además, existe una mayor preocupación por la sostenibilidad (9,5 puntos más) y el control de gasto (13,3 puntos más) y, por supuesto, hay una mayor exposición a Internet.

El comercio electrónico lleva marcando cifras de récord desde 2012, aunque el primer intercambio online como tal se realizó en 1994, con la compra de una pizza a domicilio. La rapidez, variedad y disponibilidad que ofrece la red han supuesto toda una revolución para el usuario, y este 2020, pandemia por coronavirus mediante, ha terminado de consolidarse y reafirmar que el futuro para cualquier negocio pasa por estar presente en este canal. De hecho, y según datos del estudio ‘Escenario Digital Post-Covid’ de GfK España, más del 10% de los compradores ‘online’ lo hicieron por primera vez durante el confinamiento y permanecerán en este nuevo canal.

Además, el mercado se diversifica y cuatro de cada diez compradores adquirieron productos en tiendas ‘online’ en las que no lo habían hecho antes, bien en grandes plataformas -‘marketplaces’ - o en comercios locales que, a raíz de esta crisis, han apostado por trasladar también su pequeño negocio y comenzar a vender por Internet.

Estas compras variaron además de productos de primera necesidad, como alimentación (37%), higiene (38%) y farmacia (25%) durante el confinamiento más estricto, a compras más hedonistas como moda (40%), comida a domicilio (25%) y decoración (23%) cuando comenzó la desescalada, datos que ponen de relieve que cualquier comercio, sea del sector que sea, tiene su lugar en la red.

Acceda a más información sobre 'Yo compro en Zaragoza online' pinchando aquí.