Todavía perdura en Víctor Fernández cierto malestar por la desagradable situación experimentada tras la suspensión del partido en Miranda de Ebro, cuando numerosos aficionados increparon a la expedición zaragocista al entender que no se había hecho lo posible por jugar. El técnico, que se dirigió a los seguidores antes de subir al autocar de vuelta a Zaragoza, aseguró en la rueda de prensa previa al partido de Copa ante el Mallorca que «entiendo que hay una frustración tras haber hecho un gran esfuerzo con la ilusión de ver a tu equipo y te encuentras con la sorpresa de la suspensión. Y te frustras y te llenas de ira, pero no podemos equivocarnos y resarcirnos en nuestros jugadores. El Zaragoza no tiene nada que ver con todo este lío de la suspensión. No somos quién para aplazar un partido».

El técnico, que asegura que el árbitro ya les dijo «una hora y media antes del partido» que se iba a suspender, advirtió que «si hay alguien perjudicado es el Zaragoza. Llevamos tres desplazamientos en ocho días. ¿En qué cabeza cabe que nosotros seamos partícipes de esa decisión? Vamos a tener un poco de sensatez y dirigir nuestra frustración a otro lado porque los jugadores son los últimos a los que hay que mirar».

Por eso, insistió en que «entiendo que es un momento de ira y frustración, pero no procede esa reacción y lo entiendo como algo anecdótico. Lo que queremos es jugar partidos y ganarlos».