La plantilla del Huesca regresó ayer por la tarde a los entrenamientos después de disfrutar del descanso navideño, cinco días de parón para coger fuerzas y volver, en lo inmediato, con la mirada puesta ya en el partido contra el Betis del próximo día 5. Más allá, se abre para el equipo un mes que puede suponer una pequeña revolución en cuanto a altas y bajas, cambios con el fin de revertir la situación que vive en la Liga. Los jugadores se ejercitaron ayer en El Alcoraz, donde completaron una sesión que comenzó a las 18.00 horas. No estuvieron todos, puesto que varios futbolistas tenían permiso del club, como el colombiano Cucho Hernández, el argentino Axel Werner y el portugués Ruben Semedo, mientras que el serbio Rajko Brezancic tuvo problemas con el vuelo de regreso. Tras ella, los hombres de Francisco volverán a trabajar hoy por la mañana en el IFPE Montearagón.

Así afrontan los oscenses la jornada 18ª de Primera División, un comienzo de año que se plantea movido, con el equipo ocupando el último puesto de la clasificación y a cinco puntos del siguiente en la tabla, el Rayo Vallecano. Todo ello a pesar de la notable mejoría en el campo desde que llegó Francisco al club, buenas señales que, no obstante, errores defensivos o infortunios mediante, no se han reflejado en puntos. El equipo necesita empezar a sumar ya y, a ser posible, de tres en tres. Será el partido del sábado el penúltimo antes de concluir en Leganés la semana que viene una primera vuelta que comenzó con victoria -la única- en Eibar.

Con estos mimbres, se esperan cambios en la plantilla durante la ventana de enero que se abre mañana. En concreto, varios jugadores se encuentran en la rampa de salida, entre ellos Werner, Semedo, Brezancic y Longo, un portero, dos defensas y un delantero que, de confirmarse sus bajas, obligarán a la dirección deportiva a buscar otros nombres para afrontar la segunda vuelta con garantías. Todo sumado a otra posible marcha, la de Gürler, en el caso de que llegase una oferta apetitosa.

Año nuevo y -eso buscará- vida nueva para el Huesca en el 2019, un horizonte que se dibuja, quizá, con nuevas caras y con otras que se van, pero que, seguro, deberá consolidar esa mejora en el juego con puntos y solidez.