El presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, exigió ayer al Ejecutivo central que autorice la convocatoria de un referendo en las islas antes de dar vía libre definitivamente a las prospecciones petrolíferas, asegurando que, en cualquier caso, los canarios "van a ser escuchados por una vía o por otra". Rivero compareció ante los medios de comunicación junto a todo su ejecutivo después de una reunión extraordinaria del Gobierno regional tras el informe de impacto ambiental favorable a las prospecciones en aguas cercanas a Canarias que ha dado el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente.

El presidente anunció un desarrollo reglamentario urgente de la Ley Canaria de Participación Ciudadana para que los ciudadanos sean escuchados en caso de que el Consejo de Ministros no autorice el referendo solicitado por el Gobierno de Canarias hace cuatro meses sin que haya habido respuesta. Y anunció también que va a iniciar la próxima semana un proceso de contactos con todas las fuerzas políticas de Canarias y del Estado español para dar la máxima trascendencia política al hecho de que se haya dado una autorización a las prospecciones petrolíferas a Repsol en contra de la opinión del Parlamento de Canarias, del Gobierno autonómico y de los cabildos de Lanzarote y Fuerteventura. Asimismo, ha acusado al Gobierno central de opacidad, falta de respeto y de lealtad hacia Canarias y de ninguneo hacia sus instituciones.