Cuando a Joan Riba le dijeron que tenía un tumor maligno en su mama izquierda, hace dos años, él no conocía a ningún otro hombre que hubiera tenido cáncer de mama. Tampoco hoy. Ni él, ni Jorge, ni Alfonso. Ninguno de estos tres pacientes de oncología, a los cuales se les ha practicado una mastectomía (la extirpación quirúrgica parcial o completa de la mama) sabía que los hombres también pueden padecer este tipo de cáncer. Por ello, además del impacto y la inquietud ante el diagnóstico, la noticia se les hizo extraña, tanto como acudir, a partir de entonces, a la consulta ginecológica para evaluar el proceso a seguir.

«Para mí fue una absoluta sorpresa. Le pregunté un día tranquilamente a mi hermano, que es traumatólogo, qué podía ser el grano que había descubierto en mi pecho y que hacía unos meses que había empezado a sobresalir por encima del pezón, y me dijo que aquello no era un grano, que podía ser un tumor», recuerda Riba. «Y yo no tenía ni idea de que los hombres pudieran tener tumores en la mama», añade. «En febrero del 2012 me hicieron una biopsia y me dijeron que era un tumor maligno, y me mentalicé para seguir todo lo que indicaran los médicos. Empecé con la quimio, de febrero hasta finales de julio», explica.

LO MÁS DURO

«Para mí, la quimioterapia es la parte más complicada de todo el proceso, porque te encuentras mal. Yo la llamo un envenenamiento controlado», señala el paciente. «Y he perdido sensibilidad en manos y pies», asegura. En agosto del 2012, a Joan Riba le extirparon la mama y de esta forma se eliminó el tumor, de tres centímetros. Superado el reposo posoperatorio, vino la radioterapia y la medicación. «Tamoxifeno a diario durante cinco años», precisa. No había vivido de cerca ningún caso de cáncer de mama y, al poco tiempo de detectar el suyo, le diagnosticaron uno a la hija de su socio. «Yo tenía 65 años, pero ella 33», compara Riba. «Nos fuimos explicando la misma película mutuamente. Yo la ayudaba porque estaba en una fase más adelantada del proceso. A ella le hicieron la reconstrucción del pecho, y a mí me lo ofrecieron, pero ¿pasar de nuevo por el quirófano y más riesgo? Dije que no, pero comprendo bien que para una mujer, y más si es joven, es otra cosa», añade.

Acupuntura, holística, homeopatía y meditación, prácticas que Riba ya conocía, han acompañado su tratamiento. «La quimio ataca el sistema inmunitario y con medicina alternativa yo reforcé el mío. Y me gustó la encuesta que me hicieron en el hospital. Debía señalar opciones alternativas a la medicina tradicional que hubiera usado, porque a mí me afectaron muy positivamente. Eso y todo el apoyo humano que tuve alrededor, empezando por el de mi esposa. En el cáncer, es imprescindible no hundirte psicológicamente», considera este ingeniero eléctrico y empresario, ya jubilado.

Según datos del National Cancer Institute, el cáncer de mama se da más en hombres con familiares del sexo femenino con la misma enfermedad y la supervivencia es similar que en mujeres, pero el diagnóstico se suele dar en etapas avanzadas del cáncer. La desinformación y el temor a consultar al médico retrasa el diagnóstico en el caso de los hombres. «A muchos les da vergüenza decir que tienen cáncer de mama y sufren mucho los efectos secundarios del tratamiento hormonal, que disminuye la libido y provoca sofocos», informa la doctora Sònia Pernas, del Servei d'Oncologia Mèdica-Unitat Interdisciplinar de Càncer de Mama del Institut Català d'Oncologia (ICO).

«Yo, al principio, me asusté, claro. Pero ahora me siento en la sala de espera de ginecología sin manías», dice Alfonso, de 73 años. «Diría que emocionalmente es una enfermedad más dura para las mujeres que para ellos o, tal vez, las mujeres expresamos más lo que sentimos y el hombre es más reservado», opina la oncóloga del Hospital Clínic Montse Muñoz, que ha atendido unas 15 mastectomías en hombres.

Uno de ellos, Jorge, de 60 años, llevó sobre su mama unos dos años lo que él consideraba un grano «que ni subía ni bajaba». «Fue mi mujer, en una visita rutinaria al médico, quien le pidió que me lo mirara», relata. «Ahora no dejo de interpelar a los ponentes en las jornadas del Día Mundial del Cáncer sobre la falta de información relativa a este cáncer y sobre por qué no se habla de palpado y prevención para hombres», cuestiona el paciente, a quien le eliminaron la mama derecha hace ya nueve años.