La Guardia Civil de Castellón ha detenido a 13 personas y ha desarticulado una red que comercializaba de forma ilegal plaguicidas adulterados que podían suponer un riesgo para la salud y el medio ambiente.

Según informa la Guardia Civil de Castellón en un comunicado, además se han imputado a otras 10 personas como parte de la organización.

La red comercializaba los productos fitosanitarios o plaguicidas para el crecimiento de vegetales en las provincias de Almería, Ávila, Badajoz, Barcelona, Cáceres, Gerona, Lérida, Madrid, Murcia, Tarragona, Palencia y Valencia.

A los detenidos, a los que se han intervenido más de 32 toneladas de sustancias activas y productos fitosanitarios ilegales, se les imputan los delitos contra la salud pública, pertenencia a grupo criminal, contra la propiedad industrial y falsificación de documentos.

Los miembros de la red adquirían las sustancias activas para la fabricación de productos fitosanitarios a empresas importadoras de productos químicos y los ocultaban en naves y almacenes clandestinos ubicados en distintas localidades de Castellón y Valencia.

Una vez habían elaborado los productos agrícolas los introducían en el mercado de forma ilegal a través de empresas ubicadas en poblaciones de Castellón y en la ciudad de Valencia, donde a través de otras mercantiles dedicadas a la distribución de productos fitosanitarios se comercializaban y vendían a los agricultores.

Los productos eran vendidos en envases sin etiquetado o con la etiqueta manipulada para imitar los de procedencia legal, carecían de la garantía necesaria de calidad y seguridad del producto y no estaban debidamente registrados en el Registro Nacional del Ministerio de Agricultura.

Las sustancias fitosanitarias y plaguicidas ilegales no autorizados o formulados y manipulados de forma clandestina pueden suponer riesgos para la salud al manipularse o comercializarse porque no han sido evaluados sus efectos sobre las personas, advierte la Guardia Civil.

Tampoco están estudiados sus aditivos o coadyuvantes, lo que supone un riesgo mayor si las sustancias aún no son conocidas o no están registradas en el ámbito de la Unión Europea.

La Guardia Civil recuerda que el uso de este tipo productos ilegales puede provocar que lleguen hasta los consumidores frutos que superen los niveles de residuos permitidos.