Los hombres homosexuales podrán donar sangre una vez transcurrido un año desde su último contacto sexual, según aprobó ayer la autoridad sanitaria y alimentaria de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), que pone fin así a la prohibición total que entró en vigor en 1983. El veto se produjo tras constatarse que el VIH se podía transmitir a través de transfusiones sanguíneas.

La FDA corroboró la medida tras descartar que vaya a representar riesgo alguno para el suministro de reservas de sangre. La iniciativa representará un incremento de un 4% anual de las reservas. La comisionada de la FDA, Margaret Hamburg, expuso que para adoptar la decisión se habían tenido en cuenta «estudios científicos recientes» y datos epidemiológicos.

La agencia impulsó reuniones internas para abordar esta cuestión tras recibir fuertes presiones de grupos médicos y gais. Los defensores de los derechos de los homosexuales han celebrado la medida, que consideran ajustada a los resultados de los avances científicos y que contribuye a superar estigmas que afectan al colectivo de los gais.