El Consejo Interterritorial de Salud aprobó ayer el pago por parte de la sanidad pública de los sistemas de motorización de glucosa tipo flash, que se adhieren a la piel y evitan que los diabéticos tengan que pincharse para conocer su glucemia, a todos los pacientes con diabetes tipo 1, es decir, aquellos enfermos cuyo páncreas no produce insulina.

El pasado septiembre ya se acordó financiar el dispositivo para todos los menores de 18 años, así como para el grupo de pacientes adultos que requieren una terapia intensiva de insulina (con múltiples dosis diarias o bomba de insulina) y realizar al menos seis punciones al día. Se trata de enfermos con discapacidad visual, pacientes con hipoglucemias de repetición y embarazadas. A partir de ahora y antes del 31 de diciembre del 2020, se pagará y administrará el sensor al resto de los pacientes que lo necesiten. Sanidad calcula que la medida beneficiará a 53.723 adultos, que se suman a los 13.250 menores que ya cuentan con el innovador dispositivo, que reduce hasta en un 55% los episodios de hipoglucemia grave.

Asimismo, el Consejo Interterritorial aprobó el Plan de garantías de abastecimiento de medicamentos, que contempla una «revisión de la política sancionadora» con el fin de imponer multas a las farmacéuticas que sean consideradas culpables de la escasez de algún producto. En los últimos meses se ha detectado la falta de casi 400 fármacos, si bien la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, insistió ayer en lanzar un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía puesto que «no existe ninguna enfermedad sin tratamiento».

Por otro lado, aunque no fue uno de los temas tratados en la reunión con los consejeros autonómicos, la ministra reconoció que el Gobierno está estudiando, entre otras «muchas medidas», la prohibición de fumar en los coches, después de que se haya filtrado un documento de trabajo con las comunidades en el que se analiza también la posibilidad de financiar los tratamientos contra el tabaco, cuyo consumo, pese a la ley antihumo, sigue siendo elevado. El 24,4% de la población española fuma.