Los equipos de rescate suspendieron ayer las tareas de búsqueda de las tres personas desaparecidas tras el choque de dos avionetas el miércoles en el Golfo de León (Francia) después de considerar que no había esperanzas de encontrarlos. En el trágico accidente fallecieron los cinco ocupantes. Las autoridades de aviación civil en Francia investigan las causas del siniestro.

Tres de las víctimas son francesas, otra es marroquí y la quinta es el piloto del aparato español, Paco Alqueza de 33 años, cuyo cuerpo no pudo ser localizado, aunque sí su documentación.

Los responsables de la operación de rescate sospechan que los tres desaparecidos podrían haber quedado atrapados entre el fuselaje de los aviones, que se encuentran a unos 700 metros de profundidad.