El vigilante de seguridad que estaba el miércoles en el escáner del control de equipajes del AVE en la estación de Sants se equivocó de maleta cuando quiso comprobar la existencia de la supuesta granada que estaba viendo en su pantalla. Mientras indicaba al viajero que abriera sus maletas, el bulto sospechoso era recogido de la cinta por otra pasajera que pudo embarcar tranquilamente y ajena a lo ocurrido con destino a Madrid.

Esta es una de las preocupantes conclusiones a las que han llegado los responsables de Mossos d'Esquadra, Renfe y Adif (la operadora de insfrestructuras ferroviarias) para analizar el fallo en el filtro de seguridad del AVE de la estación de Sants que desencadenó la paralización de trenes y el desalojo de este apeadero y el madrileño de Chamartín, además de la movilización de bomberos y policías expertos en explosivos. .

Los expertos han decidido revisar las medidas de protección y los protocolos de comunicación entre el personal de seguridad y la policía de la estación barcelonesa. Y Adif se ha comprometido a ampliar el número de vigilantes en el filtro de control.

La reunión ha servido para detallar minuto a minuto lo que ocurrió ayer por la mañana y avewriguar por qué nadie avisó a los Mossos d'Esquadra de la existencia de la supuesta granada hasta 25 minutos después de detectarse lo que resultó ser una hebilla de cinturón con forma de granada.

Dos horas para localizar a la pasajera

Los expertos en seguridad están de acuerdo en que hubo una suma de errores. Primero, el vigilante que vio la granda en el escáner se equivocó al atribuir la imagen a una determinada maleta. Así mientras se paraba al portador de uno de los bultos, la titular del que llevaba dentro la hebilla con forma de granada pudo cogerlo e irse tranquilamente y subir a un tren AVE, que salió a las 7.40.

Otro fallo importante es que tras revisar las cámaras de seguridad en busca de la mujer, el personal de Renfe y Adif no supieron que había subido a un AVE hasta las 9.40, dos horas después de que lo hiciera.

Adif, la gestora de la estación de Sants, se ha comprometido a incrementar el personal de seguridad en el acceso a los andenes del AVE para que no se acumulen pasajeros y no se reproduzcan líos con las maletas como el que desató la alarma de ayer.

Petición de dimisión

Este mediodía, el sindicato Confederación General de Trabajadores (CGT) ha solicitado la dimisión de la directora de Seguridad, Procesos y Sistemas Corporativos de Adif, María Esther Mateo, por lo que considera como un "fallo muy grave" de seguridad que motivó ayer miercoles el desalojo de las estaciones de Barcelona-Sants y Chamartín.

El sindicato añade en una nota que de no haberse tratado finalmente de una falsa alarma "en estos momentos estaríamos hablando de daños personales irreparables y de difícil comprensión, cuando el nivel de alerta antiterrorista es 4".

La CGT solicita la asunción de responsabilidades, "no sólo en el ámbito de la empresa privada responsable directa, sino también en el ámbito público". Se da la circunstancia de que la empresa Prosegur es la que controla con un escáner el equipaje de los pasajeros del AVE en la estacion barcelonesa.

Aviso tardío

El suceso se produjo sobre las 7.15 de la mañana cuando una pasajera embarcó en el AVE estacionado en Barcelona-Sants con destino Madrid con una hebilla de cinturón con forma de granada. Los Mossos d'Esquadra denunciaron que Adif les avisó de la detección de la supuesta granada con media hora de retraso, lo que permitió que la pasajera embarcara en el tren y realizara el viaje.