La demanda sube, la oferta se reduce y el precio se dispara. El alquiler está sacudiendo los cimientos de un mercado inmobiliario tradicionalmente dominado por la compraventa. La llave de esta fórmula cada vez más común radica, según los expertos, en el cambio de mentalidad de los jóvenes que se incorporan a un mercado laboral inestable. «Es la primera opción de la gente joven que ahora no quiere atarse a la compra debido a trabajos que no les dan una estabilidad», explica el presidente del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API) de Aragón, Fernando Baena.

El resultado es un mercado de alquiler cada vez más escaso con precios más altos, una evolución especialmente perceptible en la vivienda media de entre 60 y 90 metros cuadrados, de entre 450 y 750 euros y ubicada en barrios consolidados. «Las fluctuaciones no son tan acusadas en viviendas más pequeñas y más grandes, ya que tienen una demanda menor», señala Baena. De hecho, según un informe de Enalquiler, mientras que el precio de las viviendas de menos de 60 metros cuadrados ha subido un 3,94% respecto al mes anterior y el de los pisos de más de 90 metros cuadrados se han incrementado un 0,20%, el valor del alquiler de inmuebles de una superficie entre los 60 y los 90 metros cuadrados lo ha hecho en un 13,93%.

Los diferentes estudios referidos a esta materia -ya que no existen registros ni datos oficiales- reflejan una clara tendencia alcista en el precio y un parque de viviendas en alquiler escaso. Según el mismo estudio, el pasado mes de febrero, la provincia de Zaragoza contaba con 1.184 viviendas en alquiler disponibles, de las cuales 504 se encontraban en la capital aragonesa.

En total, teniendo en cuenta la Radiografía del Mercado del Alquiler 2018 presentada por Alquiler Seguro, la provincia de Zaragoza dispone de 63.557 viviendas arrendadas. El mismo explica que, aunque los precios tienden a subir, no se puede constatar una suficiente tensión entre oferta y demanda para considerar que hay burbuja.

EL PRECIO MEDIO SUBE UN 11,3%

En la capital aragonesa, el precio medio el pasado mes de febrero se situaba en los 702 euros, un 2,28% más caro que en enero y un 11,3% superior comparado con el mismo mes del año anterior. En el ránking nacional de precios por capitales de provincia, la ciudad de Zaragoza se ubica en la mitad de la tabla, concretamente en el puesto 21 de 39. A pesar del repunte en Aragón, la media española lo supera. En todo el país existen 93.972 viviendas disponibles en alquiler y el precio medio ronda los 1.170 euros, un valor un 33,4% superior respecto al mismo mes del año pasado.

Este encarecimiento se viene observando desde finales de la crisis económica pero ha sido estos últimos años cuando la tendencia se ha acentuado. La comunidad aragonesa cerró el 2017 con un aumento del precio de la vivienda en alquiler que se situó en los 6,6 euros cada metro cuadrado, un 6,4% más que en el 2016, según un estudio realizado por Idealista. En la capital aragonesa, el aumento, en torno al 6%, situó el precio en 7,2 euros cada metro cuadrado.

A pesar de todo, si echamos la vista atrás, el precio de la vivienda de alquiler ha acumulado un descenso del 37,2% desde junio del 2008, cuando el valor del metro cuadrado se situó en los 10,85 euros, según los datos recogidos por Fotocasa. Los distritos más demandados siguen siendo los tradicionales: Centro, Universidad, Romareda y Actur, según el Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Aragón.

Esta subida de los precios, acompañada de una reactivación de la economía española, ha venido asociada al aumento de la inversión en vivienda para alquilar. Según argumenta Baena, cada vez hay más gente que se anima a invertir en vivienda porque «actualmente se puede comprar a un precio razonable, la financiación es buena y la rentabilidad del alquiler es muy interesante».

Es el caso de Susana, una zaragozana que es, a la vez, propietaria e inquilina. Junto con su pareja compró un piso en Ciudad Jardín antes de la crisis, como inversión. Vivieron durante un tiempo pero al tener hijos, como el espacio se quedaba pequeño, decidieron mudarse de alquiler. Mientras, desde hace dos años, alquilan la casa en propiedad y «no piensan en volver», ya que «la demanda cada vez es mayor». «Nunca hemos tenido ningún problema para alquilarla. La primera vez que publicamos la oferta, en una semana la conseguimos colocar. Ayer por la noche, pusimos la oferta de nuevo y hoy por la mañana nos han llamado más de diez personas», afirma.