Que nieve no es culpa de nadie. Pero ¿y el colapso en las carreteras? Ayer, los conductores lo tenían claro. A ellos, el temporal les pilló "de manera improvisada", según aseguraron algunos viajeros tras sufrir un descomunal colpaso en la carretera de Burgos. "He llegado malamente a Burgos porque la máquina quitanieves se ha quedado sin sal", explicó otro de los afectados. "Daba miedo. Todos los coches iban deslizándose", explicó una joven tras llegar a Madrid desde Aranda de Duero (Burgos) a las 19.30. "Hemos tardado tres horas, el doble de lo habitual", añadió.
"Estamos histéricos", explicó A. F., de 30 años, desde la AP-1 (Burgos). "Desde las seis de la tarde hasta las diez y media de la noche apenas nos movemos. Y eso que estamos en una autopista de peaje. Un responsable ha dicho que era una cosa puntual, pero esto es demasiado. La gente está saliendo de sus coches para orinar. No podemos hacer otra cosa", se quejó tras explicar que salió a las 12.30 de Barcelona en dirección Salamanca, donde pretende celebrar la Nochevieja con su familia.
Agustín C., de 36 años, tenía pensado llegar a Madrid desde Bilbao, pero decidió darse la vuelta y regresar a Euskadi después de tardar "cinco horas en recorrer cuatro kilómetros" en la AP-1. "No he visto ni un quitanieves en dirección Burgos", comentó después.
En la provincia de Palencia, unas mil personas se quedaron atrapadas en un área de servicio al no poder acceder a Burgos por la A-62.
Sin embargo, el máximo responsable de Protección Civil en Castilla y León, Luis Aznar, echó en cara a los automovilistas su falta de prudencia. "El temporal de nieve no ha podido sorprender a nadie porque llevábamos 48 horas lanzando advertencias. Pese a ello, el 70% circulan sin cadenas".
En la discusión mediaron hasta los políticos. El PP aseguró que el Gobierno ha cometido una "imprevisión" frente al temporal. Por su parte, el Ejecutivo insistió en que la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, "supervisa el dispositivo".
Discusiones aparte, circular ayer por el norte de España fue un caos. La nieve provocó el cierre de 41 puertos de montaña y obligó al uso de cadenas en otros 58. El temporal también provocó que se anularan viajes en autobús desde Madrid con dirección Burgos, País Vasco, Santander y Asturias.
