Marcelino Iglesias no volverá a ser presidente de Aragón. El secretario general del PSOE y máximo responsable del Gobierno de la comunidad autónoma desde 1999 anunció ayer, de forma inesperada, que no optará a las elecciones autonómicas del año 2011. Iglesias, que tendrá entonces 60 años, formará a partir de ese momento parte de la historia democrática de Aragón y se convertirá en el undécimo expresidente de Aragón desde la transición. Habrá cumplido 12 años en el poder y se habrá convertido --de hecho ya lo es-- en el político que ha dirigido por más tiempo la comunidad.

El líder socialista realizó ayer un sorprendente anuncio a la una del mediodía en la Cadena Ser que hizo temblar la actualidad: no iba a volver a presentarse a las elecciones al considerar que había que dejar paso a otras personas y avisar con antelación para que el partido que él dirige tenga tiempo de preparar su sucesión. La entrevista, pactada, sorprendió a todo el mundo. Incluso a su Gobierno y su propio partido. El número de personas que conocían esta decisión era mínimo. Su familia, José Luis Rodríguez Zapatero, y un reducidísimo número de colaboradores conocieron la intención de Iglesias poco antes de que la hiciera pública. La mayoría de los consejeros se enteraron por la radio o por llamadas de conocidos.

ARGUMENTOS "Las próximas elecciones no me voy a presentar y en ese sentido ahora tenemos un tiempo en el que hemos de preparar todo ese nuevo momento y es mucho más lógico empezar a abordarlo desde ahora que no dar una sorpresa en el último momento en el partido". Con estas escuetas declaraciones, Iglesias anunciaba su retirada en el 2011. Algo que se esperaba desde hace tiempo pero que no se creía que se iba a hacer público ni de forma tan prematura ni en forma de declaraciones a un medio.

Entre las argumentaciones para justificar su decisión, la siguiente: "Es un tiempo suficiente para poder desarrollar una tarea política y sobre todo para no convertirse en imprescindible, porque ya se sabe lo que pasa a los imprescindibles". La retirada de Iglesias, que no se hará efectiva hasta que se agote la legislatura, era una idea que le rondaba por la cabeza hace tiempo. Y el hecho de no querer repetir entraba dentro de la lógica. En más de una ocasión había comentado, él y su equipo, que tres legislaturas son suficientes para consolidar un proyecto y una cuarta, contraproducente tanto para su persona como para su partido.

Lo que muy pocos entienden es la oportunidad del anuncio. Llega tan solo dos días después de haberse debatido durante once horas en las Cortes sobre la situación política de Aragón y justamente a los dos meses de haber salido reelegido por abrumadora mayoría como secretario general del PSOE aragonés. Allí también habría tenido ocasión ante sus militantes de comunicarles una de noticia de tal calado.

Para añadir más morbo a la ya de por sí impactante noticia, el aviso del presidente llega 24 horas antes de que Luisa Fernanda Rudi haga oficial su candidatura para liderar el PP en Aragón los próximos años y, como ella misma ha anunciado, aspirar a presidir en el 2011 la comunidad autónoma. Iglesias anuncia su retirada tres meses después de que lo hiciera quien ha sido su principal adversario en las tres últimas elecciones: el popular Gustavo Alcalde; y seis días después de que los conservadores decidieran su relevo, el de la exalcaldesa de Zaragoza.

Iglesias, que sin tener madera de líder consiguió hacerse un hueco mediático a nivel nacional y lograr cierto peso orgánico, dice que no repetirá el mismo día que otro viejo conocido de la política nacional: Juan José Ibarretxe, asegura que se volverá a presentar como lehendakari en marzo del 2009. Y el día en el que el PSOE valenciano (que a diferencia del aragonés atraviesa un mal momento) elige por un margen ajustadísimo de votos en primarias a su desconocido líder, Jorge Alarte.

INCÓGNITAS Se abre a partir de hoy un largo tiempo de incógnitas, incertidumbres y tensiones. Siendo todavía muy pronto para hacer quinielas y empezar a especular con la sucesión de quien ha sabido en 9 años forjar un liderazgo sólido tanto en su partido como en el Gobierno autonómico, la primera incertidumbre se cierne en el Ejecutivo.

Siempre se ha ha dicho --y así lo han proclamado a cuatro vientos tanto Iglesias como Biel-- que el Gobierno PSOE-PAR se sustentaba en la extraordinaria relación personal de ambos líderes, por encima de los partidos. En principio, tal y como ayer mismo aseguró el propio Biel, "no cambian las cosas". El presidente de los aragonesistas y número dos del Gobierno dijo "respetar al máximo" la decisión de Iglesias, una noticia que enmarcó "en un asunto orgánico y de partido" y que desvinculó de la acción de Gobierno.

Por tanto, Biel "garantizó el buen funcionamiento del Ejecutivo hasta el 2011. A partir de entonces, como ha reiterado en numerosas ocasiones, "podrán pasar muchas cosas en función de los resultados electorales". El aragonesista no quiso decir si él conocía las intenciones de Iglesias, y se amparó en que eso era una cuestión "privada". Pero parece que tampoco conocía que hoy iba a ser el día elegido para hacer pública su decisión. El relevo generacional se acerca y un ciclo se acaba.