Uno de los argumentos esgrimidos por Iglesias para anunciar de forma tan sorprendente su intención de no volver a presentarse a las elecciones de Aragón es que de esta forma hay tiempo suficiente para preparar un líder sólido que permita al PSOE volver a ganar por cuarta vez consecutiva las elecciones en Aragón. Al secretario general de los socialistas aragoneses no le ha importado hacer pública su intención casi a contrapié, un domingo por la mañana, cuando todos los dirigentes políticos y la opinión pública viven todavía una doble resaca: la de los cambios en el PP y la del debate del Estado de la Comunidad en las Cortes.

Fuentes próximas a Iglesias justifican los motivos por los que se ha adoptado esta decisión que ha sorprendido tanto en círculos políticos. Según estas personas, este momento "era el de menor conflictividad" para hacerlo. "Acabada la Expo, consolidado el partido y con un PP en plena renovación orgánica y muy desestructurado, ha considerado que era el momento idóneo, aunque sabe también que muchos lo interpretarán de forma más negativa", apuntan estas fuentes, que tampoco sabían nada.

En el PSOE descartan que su intención de no optar a la reelección no obedece ni a razones personales ni a que pueda ser llamado desde el Gobierno central. Incluso se atreven a pronosticar que es "una retirada completa de la política". En el 2011, con 60 años y 28 de ellos con responsabilidades en la administración, será más que suficiente para que haga "lo que siempre ha dicho que tiene ganas de hacer, leer, escribir, aprender cosas y salir al monte", apuntan personas que le conocen. Pero tampoco descartan que pueda cambiar de opinión y tener otras aspiraciones, aunque eso sí, remotas. Entre ellas podría ser la de hacer política desde el Senado. Porque Iglesias, a diferencia de otros políticos, ha hecho toda su carrera política a nivel local y autonómico.

También quedan descartadas unas elecciones anticipadas o una retirada todavía más prematura. "La intención del presidente es agotar su legislatura y que el relevo sea tranquilo, dialogado y planificado", insisten fuentes socialistas. No hay miedo a una posible guerra interna. "Habrá quinielas, pero eso es algo que hará la prensa y tiene tiempo para empezarlas", bromean.

Aunque son conscientes de que el panorama orgánico puede cambiar y habrá dirigentes que moverán sus hilos para plantear sus estrategias, postularse ellos o a sus predilectos. Sin embargo, y aunque es muy prematuro para hablar de lo que puede empezar a suceder a partir de ahora, la intención es buscar un nuevo líder a partir del 2009. Antes o durante el verano.

En principio, se buscará un nombre de consenso, que no esté alejado del grupo de socialistas que ha dirigido el PSOE aragonés en la última década y que sea respaldado por la ejecutiva regional. Esta elevaría al comité de listas de la Federal el nombre y eso sería suficiente aval para optar a las elecciones autonómicas del 2011. Con un año y medio de antelación se considera tiempo suficiente para hacer y construir un candidato que pueda repetir victoria. Lo que ya quedará en el aire, y son siempre especulaciones, la posibilidad de entendimiento con el socio actual, el PAR. Siempre se ha sustentado la coalición en una buena relación personal que, en el caso de que no esté Iglesias, no tendría porque repetirse.

Pero, ¿qué sucedería si el PSOE vuelve a las guerras de hace una década y hay quien se aprovecha de una estructura desorganizada y sin líder visible? Pues que se harían unas primarias, un método que contemplan los estatutos pero que no es del agrado completo en el partido. Pero aún así, confirman que estas se celebrarían.

Los nombres que aparecerán a partir de ahora están en la cabeza de todos. A esos (Almunia, Morlán, Velasco, Larraz o incluso el propio Belloch) se podrían unir rostros nuevos y jóvenes, que se están consolidando en el partido.