Jorge Echeverría es el responsable del grado de Diseño y Desarrollo de Videojuegos que imparte la Universidad san Jorge, una referencia en el norte de la península -que atrae estudiantes del País Vasco o Navarra, aunque la mayoría sean aragoneses- y una de las pocas opciones formativas en el sector, junto con los grados superiores de animación 3D, juegos y entornos interactivos que se imparten en los centros de FP de Los Enlaces y Salduie, y algunas investigaciones sectoriales en el campus público.

Actualmente hay unos 125 alumnos matriculados, la mayoría en la doble titulación con ingeniería informática. El grado, explica Echeverría, se centra más en la parte técnica que en la artística, y cuenta entre su profesorado con varios referentes del sector, en Aragón, y fuera, como Eduardo Jiménez, Néstor Perales, Jorge Jiménez o Antonio Iglesias.

El grado va atrayendo a más alumnado ante el interés que despierta el sector y por la empleabilidad, ya que aunque, según otras fuentes del sector, en España salen más alumnos titulados de los que el sector puede absorber, muchos de ellos se acaban colocando en empresas que utilizan tecnologías similares, como la realidad virtual o la aumentada, aunque no sean estrictamente relacionadas con el mundo del videojuego.

Para que este acabe de eclosionar, entiende Echeverría, hace falta una empresa líder como «cabeza tractora» que acabe de convertir a Zaragoza y Aragón en un referente, aprovechando el talento, las posibilidades formativas y otras iniciativas como los eventos de videojuegos. «Haría falta un Tequila (Works, una desarrolladora madrileña), con 30 personas, o una multinacional que abriera sede aquí, para crear un hub como Madrid o Barcelona, que atraen a otras empresas. En España se trabaja muy bien y somos más baratos que San Francisco. Necesitaríamos ese polo de atracción para que los políticos se den cuenta de la importancia del sector», añade.