Los episodios de tensión vividos en los últimos días en diversas protestas contra los recortes provocaron que ayer compareciera públicamente la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi. La dirigente autonómica justificó las medidas adoptadas de recortes y pidió "un esfuerzo" a todos para salir de la crisis. "Los sacrificios que se están dando vienen dados por el interés general", aseguró solemnemente Luisa Fernanda Rudi, quien defendió su talante de diálogo y condenó con dureza los episodios de "coacción y violencia verbal y casi física" sucedidos tanto el pasado jueves en el pleno como el pasado sábado en el congreso del PP de Teruel. También por el "acoso" que sufrió la consejera de Educación en varias ocasiones por diversos grupos de manifestantes.

La presidenta ha querido reaccionar para acallar las voces que la acusan de estar ausente y ayer reaccionó manteniendo diversos encuentros con los agentes sociales y con el secretario general del PSOE aragonés, Javier Lambán. Así, mantuvo encuentros con los líderes de UGT y CCOO con los presidentes de CREA y Cepyme. Un encuentro para "evitar tensiones indebidas". Según aseguró la presidenta, nadie comparte esos episodios de crispación y hay voluntad de recuperar "los cauces de diálogo". Y volvió a insistir en que el diálogo ha sido "el santo y seña" de su Ejecutivo.

Rudi rechazó las acusaciones de que se ha escondido durante los días más tensos desde que llegó al Pignatelli, hace ahora un año. Ante las críticas recibidas por no haber comparecido en el pleno de las Cortes la pasada semana durante el debate sobre el sector del carbón, la presidenta presumió de haber comparecido más veces en un año que su "antecesor en toda la legislatura pasada". De este modo, la presidenta insistió en que trabaja incansablemente y es consciente de la dura situación económica está provocando problemas en algunos sectores.

PREOCUPACIÓN Rudi admitió su "preocupación" por estos aislados episodios de tensión. Y ya adelantó que si vuelven a suceder tomará las medidas legales oportunas. "Hemos tenido diputados coaccionados y amenazados, a los que se les ha dicho sé donde vives, se ha insultado a las diputadas y hay además un principio básico que es el de la inviolabilidad del parlamento, que es la casa de todos los aragoneses", señaló. Este fue el detonante para que ayer atendiera a los medios de comunicación y transmitiera este mensaje a la ciudadanía.

También insistió una vez más en que su Gobierno desea que la comunidad ofrezca una imagen "buena, fiable y sólida" para que, cuando llegue la salida de la crisis, "Aragón esté entre las comunidades autónomas más punteras de España". "Solo así --dijo-- Aragón se hará un hueco entre las regiones más punteras al salir de la crisis y demostrará que ha sabido gestionar la crisis defendiendo el interés general y que ha procurado que afecte lo menos posible a los sectores de la sociedad más desprotegidos".

En este sentido, hizo un repaso a las medidas adoptadas, que consideró pequeños esfuerzos y sacrificios en aras del "interés general" ya que no ha sido suficiente con las reducciones en los gabinetes de la Administración. Por esto, se han tenido que asumir pequeños esfuerzos dado que hay que cumplir con el límite de déficit para "generar credibilidad" y ello obliga a hacer esfuerzos "manteniendo el gasto social, sanitario y educativo". "No pongo cortapisas a la defensa de los derechos" de cada uno, "pero respetando los cauces democráticos" y poniendo límite "a la coacción, la violencia verbal y física".

CHA reaccionó espontáneamente tras oír el discurso de Rudi, retransmitido por la televisión pública autonómica. "En lugar de estar preocupada por los problemas de Aragón y por la ciudadanía que lo está pasando mal, se ha mostrado más preocupada por la imagen, las formas y los buenos modales", indicó su portavoz, Nieves Ibeas, quien vio en Rudi dosis "de demagogia".