Marta se enteró de los atentados cuando se bajó en la estación de Delicias a las nueve de la mañana. Su tren, el Talgo Huesca-Madrid, interrumpió su viaje apenas una hora después de haberse iniciado. "Fue el personal de Renfe el que nos informó de la salvajada y de que no se podía acceder a Madrid en tren", dijo.

Los pasajeros del convoy y del resto de trenes que salían a primeras horas de la mañana esperaban más información en el vestíbulo de la estación. Algunos decidieron continuar el trayecto en coche; otros optaron por los autobuses fletados por la compañía ferroviaria.

En uno de ellos se montó Luz, que fue unas de los pocos viajeros que siguió la evolución del atentado por la radio desde el momento en que se montó en el Talgo de Huesca. El móvil de esta vecina de Madrid sonó varias veces. "Mi marido, mi hijo y familiares me han llamado porque sabían que volvía en tren. Pensaba que iba a ser un día muy duro, muy oscuro, pero este atentado es más horroroso de lo que pensaba", señaló con la voz entrecortada por la emoción.

Aún peor se sentía Marta Aquilar, una militar madrileña con familia en Vallecas que viaja habitualmente en trenes de Cercanías. "Estoy bastante asustada porque no sé lo que les ha podido pasar", señaló.

Preocupación

Esta joven tampoco sabía a las 10.30 horas cómo iba a llegar a su casa, a Fuenlabrada, porque ningún tren de Cercanías funcionaba a esas horas. "Me ha llamado un compañero de la Base Aérea para decirme que tuviera cuidado y que no iban a circular trenes en Madrid. Me encuentro fatal", confesó.

La estación de Delicias apenas registró actividad a lo largo del día con la anulación de los servicios de alta velocidad.

Sólo se libraron de las suspensiones los pasajeros de los primeros trenes con destino a Lérida y Barcelona, aunque salieron con demoras. Julián fue uno de los pocos que ayer viajó en alta velocidad: "Nos enteramos del atentado en el hotel, pero decidimos venir a la estación pensando que en la dirección contraria habría servicios. Era lo más prudente pese a la barbaridad que se ha cometido en Madrid".