Se trata de dos aves liberadas en este espacio en 2013 y que habían nacido en cautividad en Valcallent (Lérida) y Guadalentín (Cazorla), según la nota de la citada administración autonómica.

Técnicos del Plan Andaluz de Recuperación de Aves Necrófagas han culminado recientemente una expedición entre las nieves del Parque Natural de la Sierra de Castril, en dicha provincia. Durante esta expedición se pudo descubrir el nido de la pareja formada por los ejemplares llamados Vera y Guadalquivir, mientras uno de sus miembros incubaba la puesta.

Con el hallazgo de esta primera puesta confirmada de la especie en medio siglo en la provincia de Granada, la primera pareja de quebrantahuesos inicia un proceso de recolonización que respalda una apuesta contundente desde la Junta de Andalucía por la conservación de la biodiversidad.

La recolonización de Granada por parte del quebrantahuesos no es un proceso aleatorio, sino fruto del esfuerzo coordinado entre todos los centros directivos de la Junta implicados y trabajos continuados para erradicar el veneno de las sierras andaluzas y la participación directa de los ganaderos extensivos del parque.

Según la consejería, se trata de un ejemplo de trabajo en equipo por parte de un elevado número de profesionales convencidos de que este “sueño” podía hacerse realidad.

Reintroducción del quebrantahuesos en Andalucía

El proyecto de reintroducción del quebrantahuesos en Andalucía se ha convertido en uno de los pilares fundamentales de la gestión del Gobierno andaluz en los dos últimos años, que ha incrementado los recursos humanos y materiales destinados al proyecto.

De esta forma, el equipo de seguimiento cuenta con un miembro más y se han incorporado a las tareas de conservación a los Agentes de Medio Ambiente, un cuerpo de una gran importancia en la conservación del patrimonio natural.

En 2020 se ha acordado elaborar el primer censo coordinado de quebrantahuesos en Andalucía, cuyos datos se recaban en una jornada de diciembre y en otra próxima durante el mes de enero y en el que los agentes medioambientales desempeñan un papel destacado.

El quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) se extinguió en la práctica totalidad de España hacia principios de la década de los 80 del siglo pasado.

Su último bastión fue Andalucía y más concretamente las sierras de Castril, Cazorla, Segura y Las Villas.