Dentro de los actos del sexto Centenario de la muerte de Benedicto XIII, más conocido como el Papa Luna, Illueca recupera el postre favorito del pontífice, el mismo con el que trataron de envenenarle en 1418, cuando dos sirvientes se lo ofrecieron con arsénico, lo que provocó grandes daños en su sistema digestivo, pero no lograron acabar con su vida a pesar de su avanzada edad.

Esta reinterpretación del dulce de cidra o 'citronat', la ha llevado a cabo el maestro pastelero Alfonso del Río, propietario del obrador Granja del Río en dicha localidad. A partir de la investigación previa realizada por el historiador Alejandro Ríos, el pastelero se enfrentó a la elaboración, «un proceso complicado, pues la cidra no es común en la zona», además de adaptar los sabores a los gustos actuales. Sin embargo, el principal reto al que se enfrentó fue adaptar el denominado citronat, un dulce a base de cidra muy típico del siglo XIV. Pues «la acidez del postre original podría resultar muy amarga según las costumbres gastronómicas de ahora», explica.

"Refrescante y sabroso"

Pero, gracias a las «horas y horas de cocción de la fruta para perder los tintes amargos del cítrico, ha quedado un pastel muy refrescante y sabroso», con bizcocho de espuma y almíbar, además de un potente relleno de limón con cidra picada por encima y una media luna de chocolate como decoración, símbolo heráldico del pontífice.

La nueva receta homenaje ya está disponible en el obrador Granja del Río, un negocio familiar que data de 1948, sito en la carretera de Aranda 11 de Illueca. Y llega para quedarse, pues «estamos muy satisfechos con el resultado, así que vamos a dejarlo dentro de nuestro catálogo de manera permanente», para convertirlo en un producto que atraiga a las personas que pasen por Illueca.