Sin duda alguna, Tokio 2021 y Alberto Ginés marcaron un antes y un después en este deporte y, desde entonces, la escalada ha ido ganando seguidores en todos los rincones del mundo. Aragón no se ha quedado atrás debido a que la comunidad cuenta con grandes zonas donde poder practicarlo y disfrutar de las maravillosas vistas que se pueden observar desde lo más alto.

Los Mallos de Riglos, ubicados en la provincia de Huesca, son un referente para los escaladores más expertos y que, sin dudarlo, llevan años subiendo el Firé, el Circo de Verano, el Pisón, el Puro, el Macizo Central, el Cuchillo, el Frechín o la Visera. Entre todas estas paredes forman casi 300 vías de más de 200 metros de altura, convirtiéndose en un escenario idóneo para los amantes de la escalada de todas las partes de España. Y es que, si las vistas desde debajo de este gran escenario son espectaculares, imagínense desde arriba.

En la provincia de Huesca uno también se puede adentrar en el Parque de Guara, dentro de Ordesa, donde se encuentra la zona de escalada de Vadiello, que cuenta con más de 50 vías, o seguir subiendo hacia los Pirineos hasta alcanzar el valle de Benasque, donde no solo el senderismo se ha convertido en la actividad principal, sino que los valientes se pueden atrever a probar sus paredes. De hecho, esta zona cuenta con varias escuelas de escalada para hacer de este deporte una práctica segura y divertida.

Las paredes de Los Mallos de Riglos son un auténtico paraíso para los amantes de la escalada

Cerca de la capital aragonesa se encuentran Morata de Jalón y Chodes, Jaraba y Torralba de los Frailes, zonas que comenzaron siendo eclipsadas por los grandes Mallos de Riglos pero que poco a poco fueron dándose a conocer, en los años 70, hasta llegar a ser hoy un gran atractivo para todos los públicos.

En el caso de las Torcas de Chodes y Morata de Jalón, el 75% de las rutas se encuentran por debajo de una dificultad de 6b. Esta variedad de itinerarios de baja dificultad hace que se hayan convertido en un destino ideal para aquellas personas que empiezan a dar sus primeros pasos en la roca.

La comunidad cuenta con enclaves inigualables

A pesar de que la provincia de Zaragoza no cuenta con un gran atractivo turístico en el mundo del deporte de montaña debido a la escasa altitud, no deja de sorprender en el mundo de la escalada ofreciendo una gran variedad de paredes distribuidas por toda la provincia que permiten dar a conocer diferentes zonas zaragozanas.

Es el caso de El Buste, ubicado en la comarca de Tarazona y el Moncayo, o La Foz de Zafrané, en La Puebla de Albortón, zonas donde la altura máxima nada tiene que ver con las nombradas anteriormente y que por ese motivo se están convirtiendo en los espacios más transitadas en los últimos años donde las diferentes escuelas de escalada enseñan a los nuevos amantes de este deporte a enamorarse de las alturas.

TERUEL, LA CUNA DEL BÚLDER EN ESPAÑA

No todo van a ser las alturas dentro del deporte de la escalada. Existe otra modalidad denominada búlder o bloque, que se realiza en rocas o cuevas no demasiado altas o en las partes inferiores de las paredes. En esta práctica, no es necesario ir atados con cuerda debido a la escasa altura que se alcanza.

Albarracín, Teruel, cuenta con un gran atractivo turístico gracias a los más de 2.000 bloques identificados que se pueden encontrar en zonas como los Pinares de Rodeno. Un lugar donde se dan cita los más novatos en este mundo y los que llevan años practicándolo, debido a la gran variedad de niveles que ofrecen sus paredes.

Otra de las zonas más famosas por Teruel para practicar este deporte es la conocida como Búlder Prao de la Caridad, ubicada en Orihuela del Tremedal, o las escuelas de escalada del barranco de los Arcos, en Calomarde, y la zona de Las Antenas, en Frías de Albarracín.