El consejero de Economía, Eduardo Bandrés, entregó ayer al presidente de las Cortes el Proyecto de Presupuestos. Es un acto que se repite año tras año pero esta vez estuvo rodeado de una estética que estos días se lleva mucho: la de apartar a los informadores para que no agobien con sus cámaras a los informantes. Como la estética de la Aljafería es de mucho ringorrango, a pesar de que la informática fluye bajo el subsuelo, el separador entre informadores e informantes era un pomposo cordón dorado. Los informadores aún no se han recuperado.