Sólo uno de cada cincuenta niños zaragozanos tiene acceso a las escasas plazas de guarderías públicas que el ayuntamiento y el Gobierno de Aragón ofrecen en la ciudad. Sólo hay nueve centros con una capacidad para 492 niños de los 26.000 menores de cuatro años censados, unos datos que en Teruel no resisten una comparación, ya que no existe ni una sola plaza pública. La solución a un problema que ahora mismo afecta a numerosas familias aragonesas no es salpicar de centros públicos la comunidad, bastaría con que la administración estableciera canales de ayuda para financiar algunas plazas privadas, las únicas que existen.