SOCIEDAD

Los jóvenes

***Carla Pascual Beltrán

***Zaragoza

A menudo nos plantean, desde distintos medios de comunicación, la pregunta: ¿Qué les pasa a los jóvenes de ahora?

El otro día, la portada de EL PERIODICO DE ARAGON se dedicaba a una alarmante noticia: "Los jóvenes de Aragón están entre los que más se drogan de España".

¿Y qué?, pensarán muchos. Yo creo que ha llegado un momento en el que somos capaces de asimilar la información negativa, asesinatos, drogas, delincuencia organizada, guerras... sin darle realmente la importancia que tiene, y lo cierto es que no es más que un mecanismo de defensa.

Para qué dedicarle más de diez minutos si total yo no voy a solucionar el mundo, ya lo solucionará quien le competa.. ¡qué peligro!

Pero no nos damos cuenta de que esa apatía le viene bien a mucha gente, a aquellos que se dedican a contarnos la información a medias, a los que deciden que qué mejor que darle a los ciudadanos lo que quieren: Gran Hermano, Operación Triunfo , porque así somos "libres" de elegir lo que queremos ver; a aquellos que nos meten en una guerra contándonos "el cuento" de que hay un señor muy malo y hay que castigarle por si acaso nos hace algo...

Al final lo conseguirán y nos volveremos totalmente idiotas. Porque si no no se entiende que el pueblo gallego salga al completo a la calle a protestar por la catástrofe del Prestige y luego salga mayoría absoluta el PP o que todo Madrid se manifieste por la increíble "guerra preventiva" y luego vuelva a pasar lo mismo en las urnas, o que yo que soy jóven y además estoy todos los días en contacto con chavales se quejen de que "la televisión es una mierda", de que no tienen salida, que para qué van a estudiar si no conocen a nadie que trabaja de lo que ha estudiado... ¡Dios mío!

Sé que suena muy pesimista pero yo creo que algún día despertaremos de esta absurdez en la que vivimos.

PUEBLOS

Carta de apoyo

***M. Antonia Antoranz

***Zaragoza

En este mundo en que vivimos, falto de ética y regido única y exclusivamente por valores monetarios, la huelga de hambre que los afectados por la construcción de embalses en los Pirineos llevan a cabo es un ejemplo de generosidad y valor social que no puedo por menos de aplaudir publicamente.

¿Qué piden estas personas con esta drástica y penosa decisión?, ¿piden que les subvencionemos algo?, ¿que se les mejore su patrimonio?, ¿que les financiemos entre todos reformas que cambiarán sus territorios? No, nada para ellos. Sólo piden que les escuchen, buscan llamar la atención de los medios de comunicación y de los ciudadanos para tener la oportunidad de explicar cuál es la situación en que se encuentran estos territorios aragoneses que ya han sufrido la construcción de embalses que cambiaron otras tierras y enriquecieron a otras gentes.

Piden con su sacrificio que les dejen vivir en sus casas y en sus territorios, que les permitan vivir en su entorno, en su paisaje, que les dejen vivir en paz. No piden que se saque a los del llano de sus casas, ni que se modifique su entorno a costa de otras personas, piden, luchan porque se conserven unos parajes de belleza incomparable que nos hacen gozar a todos y que nos permiten identificarnos con Aragón, piden que se analicen con equidad, más allá del integrismo de los valores de la agricultura, las posibilidades económicas que tienen en la actualidad y tendrán en el futuro, esos territorios a la vista de los servicios turísticos y de naturaleza que la sociedad demanda. Se podrían dar mil razones para acompañar y apoyar esta huelga de hambre, pero es suficiente el que su lucha nos beneficia a todos los que amamos la naturaleza y esa parte, que también existe, que es el Pirineo.