Como tantos aragoneses, dejé un día las tierras del pueblo a cargo de mi padre para cumplir el sueño de ser músico y vivir dignamente de mi profesión. Es lo que me propuse y para ello trabajé duramente. No sé, una vez comprobado con el paso del tiempo y la fuerza de los hechos el ambiente musical de Aragón, si esto será posible. Avala mi preocupación el conocido, por evidente, desinterés institucional hacia esta profesión, trasladado a un espectro amplio de la sociedad aragonesa que, patéticamente, se manifiesta sin disimulo entre los responsables políticos y "técnicos" aragoneses incapaces de generar ideas, medios e ilusiones para desarrollar y dar salida a una juventud que aspira a ser útil a la comunidad. Atrás quedaron esas tierras y viñedos de los que, honradamente, con el sudor de la frente y las manos cuajadas de callos, ha vivido mi familia generacionalmente. La disyuntiva que se nos plantea a muchos de nosotros pasa por emigrar a otras comunidades (excepto Aragón todas generan puestos de trabajo en música) o volver al pueblo; con la frustración y la amarga sensación de la indiferencia de quienes nos visitan periódicamente (aragoneses bien colocados sin titulación política) para pedirnos el voto prometiendo un Aragón solidario y triunfalista. -- Juan A. Compés. Almonacid de la Sierra (Zaragoza)C