Que los ciudadanos de Aragón están ilusionados con la Expo, no hay lugar a dudas. Cualquier acontecimiento que suponga invertir en nuestra Comunidad, en Zaragoza, siempre tiene una buena acogida, entre otras cosas, porque estamos ávidos de prosperidad y de protagonismo. Según nuestro alcalde Belloch conseguir albergar la Expo supondrá realizar todos los proyectos que la ciudad necesita en tiempo real. Esto merece todo el apoyo y creo que así va a ser. Pero poner todos los huevos en la misma cesta, es decir, trasmitir que con la Expo todo es posible y sin ella el futuro se tornaría incierto, es un mensaje frágil y condicionado que nos puede crear cierto estrés mediático. Seguramente el consejo de un economista sería no depender demasiado de algo que está por ver. Por eso los apoyos de inversión tienen que estar sujetos en varios pilares, hay que ser cautos. No apliquemos el cuento de la lechera, no sea cosa de que nos llevemos una desilusión y no levantemos cabeza. Si acaso, para empezar se podría dar vía libre lo antes posible a Puerto Venecia, que supondría una gran inyección económica real, firme e inmediata.

*Pintora y profesora de FP