El ambiente ha cambiado. Hay más complejidad, más pluralidad. Se pueden comparar estas elecciones catalanas con las de la Comunidad de Madrid, con dos grandes partidos y unas gotas de IU. El bipartidismo es una simplificación excesiva de la realidad, es el sistema preferido en Madrid, porque consagra a la capital como referencia única. Pero el gentío, mira por dónde, está por la variedad. Aniversario del manchurrón Prestige . No toda Galicia ha sido silenciada. Lo peor es lo mal que afronta el Gobierno lo del Yakovlev, cómo maltrata a las familias de los muertos de su propio Ejército. Más parecen prisioneros del enemigo. Este desprecio va a hacer descender la motivación de los profesionales de la defensa. Se le quita a uno el patriotismo. Prestige, intervención en Irak y desprecio a los muertos del Yak, desmantelamiento de los Intercitys. El gobierno está muy tranquilo porque las anteriores elecciones le pasaron una factura mínima. Pero los marrones se acumulan, no desaparecen definitivamente. Hay un runruneo que no se disipa. Los marrones, igual que las toxinas en el cuerpo de la comisaria Wallström y de todos los demás, se van sedimentando. La selección de fútbol casi pierde contra Noruega. El PP, aunque ha subido, es ahora una fuerza irrelevante en Cataluña. Puede que ganen las elecciones generales, pero será ya por inercia, por falta de alternativa, como mal menor. El PSOE se ha llevado un viaje tremendo, Maragall ha pagado la ambigüedad. ERC ha duplicado y se ha quedado de árbitro, habrá más nacionalismo educado, o sea, catalán. Una mezcla de estabilidad y unas gotas de aventura moderada. Que un partido que se llama "republicano" casi haya doblado su número de votos puede afectar a los preparativos de la boda del Príncipe, los peinados, etc. En cierto modo, con estas elecciones tan plurivalentes, vuelve la república. Es una consecuencia colateral, inocua, pero que tiene su encanto y su complejidad sicológica. Con este señor tan sensato y didáctico, Carod-Rovira, vuelve a España la república --sentimental y política-- sin salir de la monarquía. Vamos tan acelerados en Pluriespaña, nos aburre tanto la transición aquella del Seat 127 , que en cada cita electoral vamos dando leves sacudidas al armario donde se apolilla la Constitución.

*Periodista y escritor