Políticos y agentes sociales de Aragón se han llenado la boca durante años y años de decir que Zaragoza podía ser una revolución con el AVE. Pues bien, el tren ya llega, los viajeros que vienen de Madrid son un 50% más que antes, pero sin embargo ninguna institución ha dado el paso de iniciar una campaña seria de promoción de la comunidad, o de la capital. Sólo Alejandro Martínez, un comerciante con visión de negocio, ha sido capaz de intentar aprovechar el tirón del AVE. O Gobierno de Aragón, Ayuntamiento de Zaragoza y empresarios varios se ponen las pilas o el AVE pasará sin pena ni gloria y no hará falta ni la segunda estación.