La banca alemana parece que mueve ficha. Los rumores apuntan a una megafusión de los cuatro bancos más importantes y grandes de Alemania: Commerzbank, HVB Group, Deutsche Bank y Dresdner Bank. El asunto, dicen, que estaría bien visto por las autoridades, que alegan el viejo dicho de ser grandes para competir mejor y de paso evitar que se coman a alguno de los ingredientes de este magno cocido. Sin embargo, la seguridad de antaño de que lo "grande es bonito" ya no es tan claro para las propias entidades y mucho menos --y es lo que debería preocuparnos a los consumidores-- para los clientes. La falta de competencia que la fusión de estos cuatro superbancos va a proporcionar a los alemanes es de tal calibre que no veo cómo podría producirse sin que salten las alarmas de las autoridades de la competencia. Claro que la falta de competencia la estamos viendo a todas horas y en todos los sectores. Y cuando visten la competencia por la existencia de dos o tres empresas es para echarse a reír: los precios no sólo no varían, sino que hay acusaciones de acuerdo o de pactos. Ya veremos en qué queda el rumor alemán. Pero, desde luego para los clientes será una mala noticia si se confirma. *Periodista